Entre las 12:00 y las 12:30h (11:00h – 11:30h en Canarias), en todo el país, en todos los
centros de trabajo, se realizarán concentraciones de protesta por los incumplimientos del
Ministerio de Trabajo y Economía Social y del Gobierno en lo que se refiere al
fortalecimiento del sistema de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.
La representación legítima de la plantilla: CCOO, CIG, CSIF, FESESS, SITSS, SISLASS, UGT y UPIT, las
impulsa en defensa del acuerdo firmado el pasado 7 de julio y que hasta la fecha no ha podido ser
materializado a pesar de las numeras carencias del organismo.
Se trata del preámbulo a la jornada de huelga que se ha convocado, en este mismo organismo, para
el día 30 de marzo.
Las carencias que se sufren en la Inspección son graves, son numerosas y se mantienen desde hace
mucho tiempo. Falta plantilla, faltan medios adecuados, faltan recursos técnicos y falta el
reconocimiento, más allá de las meras palabras, del esfuerzo que se viene realizando por todas las
personas que trabajan en el organismo.
El servicio público que debe garantizarse desde esta institución puede entrar en claves de fracaso.
Comprometer objetivos por parte del equipo de dirección del ministerio de Trabajo y Economía
Social, llenar el BOE de normas y acuerdos que recaen, directa o indirectamente, sobre la Inspección,
inflar los discursos de agradecimiento al esfuerzo y tesón de la plantilla, no van a tapar los déficit del
sistema y solo contribuyen a acelerar el desastre.
Las soluciones son necesarias y son urgentes. Existe un acuerdo que recoge un primer escalón de las
mismas y que puede, y debiera ser la piedra angular en la que soportar el proceso de modernización
y fortalecimiento de este organismo.
Se cumplen todas las condiciones para poner en marcha las medidas pactadas. Son coherentes con
el plan estratégico de la Inspección 2021-2023, cuentan con financiación en el presupuesto
aprobado al organismo en este ejercicio y nadie puede poner en duda en estos momentos la
centralidad de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y su importancia en un mundo laboral
cada vez más complejo.
Por ello, no deja de sorprender la cerrazón del Gobierno a la hora de legitimar el grupo de medidas
pactadas y la falta de coraje de la dirección del Ministerio que se muestra incapaz de poner en valor
su propio acuerdo.
Ni las organizaciones que representamos a la plantilla, ni el conjunto de trabajadores y trabajadoras
de la Inspección vamos a cejar en esta pelea. Nos sobran razones para defender este organismo, nos
sobran motivos para defender el acuerdo que el Gobierno parece dispuesto a incumplir a pesar de
ser fundamental transformarlo en realidad para salvar la situación actual e impedir la total
decadencia de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social.