La Federación de Empleados y Empleadas de los Servicios Públicos de UGT (FeSP-UGT) ha decidido reanudar la movilización en el sector de la dependencia ante la “pasividad” de la patronal en la negociación del VIII convenio estatal de atención a personas dependientes, que afecta en Baleares a unas 2.000 personas.
Tras casi un año de negociación y una decena de concentraciones frente a centros de residencias de Mallorca, FeSP-UGT protestará este miércoles ante la CAEB, en coordinación con el resto de comunidades autónomas, para reclamar un “convenio digno” que garantice mantener el poder adquisitivo de las personas que cuidan de los dependientes.
La propuesta de la parte social garantiza un salario mínimo de convenio de 1.000 euros mensuales, tal y como se acordó entre patronales y sindicatos en el último acuerdo para el empleo y la negociación colectiva.
La parte empresarial ante la última propuesta presentada conjuntamente por las fuerzas sindicales ha dado “el silencio por respuesta”, y durante el último año han mostrado “una falta de respuesta total” hacia los profesionales que cuidan de las personas dependientes “ralentizando deliberadamente” la negociación “con excusas y sin propuestas”.
La FeSP-UGT ha realizado una propuesta “seria” de subidas salariales para dar cumplimiento a lo acordado con la CEOE: alcanzar un salario mínimo de 1.000 euros mensuales en 14 pagas para 2021. “La patronal no sólo ha rechazado nuestra oferta sino que no ha hecho ninguna propuesta. Condenamos esta actitud intolerable e instamos a la patronal a que reconsidere su actitud aceptando la mejora de las condiciones laborales y salariales del personal que cuida a las personas dependientes”.
Está previsto que en la primera semana de noviembre se realicen más actuaciones para presionar a las patronales.
